Friday, October 27, 2006

El paladar obrero

Hace unos cuatro años vi como una amiga que cocina muy bien hacía unos fideos (nombre científico y finoli "spaghetti") con salsa de atún. En realidad en ese momento no presté ninguna atención, pero mi paladar obrero tomó nota. Era algo diferente y muy simple.
Pasó el tiempo y me olvidé hasta que un día me encontré con que tenía en la alacena una lata de atún y pasta y la turba se impacientaba. Entonces decidí recrear esa salsa, pero al no tener la receta no me quedó otra que improvisar y dí accidentalmente con lo que pasaría a ser mi caballito de batalla, comodín, salvavidas en noches de frío cuando hay poco tiempo y tenés ganas de llenarte cada rincón de la barriga.
Más que eso es una receta que parece solo nos gusta a mi mujer y a mi, que no vuelve loco a nadie, pero que a nosotros nos une con la efectividad de una vieja anécdota, eso que los filósofos y jugadores de truco llaman "un guiño cómplice".
Eso si, diet no es.
Bueno, se puede hacer más liviana si se tiene la voluntad, así que agrego los dos tipos de ingredientes.

Receta para dos homo-sapiens:

Cortar un par de cebollas bien finitas y rehogar hasta que queden transparantes y dulces. Agregar el contenido de una lata de atún, si es en salmuera mejor, de lo contrario, si en aceite, queda más pesada. Apenas el atún toca el sartén todo la mezcla se seca, así que se agrega un poco de manteca o margarina, más o menos una cucharada bien grande...o dos. La manteca deja mejor sabor pero ya sabemos adonde va a parar su grasa. Cuando se derrite es absorbida o chupada por el atún que empieza a cocinarse mucho mejor.
Se baja el fuego y se cocina por unos minutos, se condimenta con sal, pimienta, hierbas, ginger, se puede hacer más picante si se quiere e incluso se le puede agregar un poco de mostaza (si es de la inglesa solo un poco) para cambiar el color y darle un gustito extra.
Y ahora viene el toque líquido. Se agrega una taza de leche al todo lentamente para que no se enfríe de golpe. Puede ser leche descremada (sin nata para los ibéricos) o leche de soja, lo que le parezca más sano. Se cocina un poco así hasta que se reduce apreciablemente y se echa finalmente sobre los fideos calentitos. Nada más que eso.
Para mi gusto queda mejor sobre pasta plana o tagliatelle, pero la democracia representativa de dicta lo contrario, así que nada, spaghetti.
Ufa.


Una cosa más, tuve dudas al escribir "el atún toca el sartén", así que busqué en el Diccionario Panhispánico de Dudas y encontré esto:

sartén. ‘Utensilio de cocina para freír’. En el habla culta general de España es femenino: «Echó los trocitos de cebolla en la sartén» (Rojo Matar [Esp. 2002]); su uso en masculino es muy escaso y se restringe al habla popular de algunas regiones. En América, alternan ambos géneros, con predominio del masculino: «Fregó el sartén y los platos» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]); «En una sartén quedaban dos colas de iguanas carbonizadas» (Sepúlveda Viejo [Chile 1989]).

Así que como buen americano lo dejo en "el sartén" y de acá no me muevo.

4 Comments:

At 6:16 AM, Blogger amelche said...

Para mí la sartén siempre ha sido femenina, pero, como en este caso, tú "tienes la sartén por el mango", pues tú mandas. ¿El mar o la mar? ¿La sartén o el sartén? Cada uno/a que elija lo que prefiera.

 
At 5:31 AM, Blogger Luciano said...

Amelche: ahora que lo pienso uso las dos versiones...depende.

Druida: probala cuando puedas, no antes.
Mucha dieta no es que te haga trolo, solo te quita el instinto pero con un asadito todo vuelve.

 
At 6:36 AM, Blogger Mantis said...

Paso. Al pescado, siempre, no. Unos fish and chips muy bien hechos, en el veintiúnico de los casos.

 
At 1:57 AM, Blogger Raúl Betadine said...

Mi apa y yo compartimos un plato bien parecido: la pasta estudiantina. La salsa lleva atún y tomate, y en vez de manteca, añadimos un poco de vino blanco de cocina al atún.
Buenas recetas las suyas.
Salud

 

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